Avances y Desafíos de la Comunidad Sorda Colombiana en 2025
Una mirada necesaria a nuestro presente
Llevamos ya ocho meses de 2025 y es momento de hacer un alto en el camino para reflexionar sobre lo que hemos vivido como comunidad sorda en Colombia. Han sido meses de emociones encontradas: celebramos logros impensables hace algunos años, pero también reconocemos que aún tenemos batallas por librar.
Como profesionales que trabajamos día a día con la comunidad sorda, hemos sido testigos de transformaciones que nos llenan de esperanza, pero también de obstáculos que nos recuerdan que el camino hacia la inclusión real es más largo de lo que quisiéramos.
AVANCES HISTÓRICOS EN REPRESENTACIÓN INSTITUCIONAL
Cuando lo imposible se volvió realidad: Director sordo en el INSOR
Recuerdo vívidamente las reacciones en redes sociales cuando se anunció que Geovani Meléndres asumiría la Dirección General del INSOR. Fueron 67 años esperando este momento. Sesenta y siete años en los que la comunidad sorda colombiana vio pasar directores oyentes que, con las mejores intenciones, tomaban decisiones sobre sus vidas.
No es solo un cargo más. Es la primera vez que alguien que realmente comprende lo que significa ser sordo en Colombia lidera las políticas que nos afectan directamente. Las conversaciones en WhatsApp de las organizaciones sordas esa semana fueron un festival de emojis de celebración, y con razón.
Este cambio significa que por fin tenemos a alguien en la mesa principal que no necesita traductor para entender nuestras necesidades. Que sabe lo que es enfrentar barreras comunicativas en el banco, en el hospital, en la universidad.
70 Años del INSOR: Consolidación de una Misión
En 2025, el INSOR conmemora siete décadas de trabajo incansable por la inclusión, la equidad y el reconocimiento de los derechos lingüísticos y culturales de la población sorda en Colombia. Esta trayectoria institucional se fortalece ahora con un liderazgo que comprende desde adentro las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
Lo que sí está funcionando en educación
El portal que muchos no conocen pero deberían
Debo confesar algo: hasta hace pocos meses no conocía a profundidad INSOR Educativo. Y me avergüenzo de admitirlo porque es una herramienta impresionante que merece más difusión. Navegando por sus contenidos, me he encontrado con recursos que ojalá hubieran existido cuando era estudiante.
Los libros interactivos en LSC no son solo traduciones mecánicas. Se nota que fueron pensados para nuestra comunidad, con explicaciones que respetan nuestra forma de aprender y comunicar. El formato "En Hombros de Gigantes" es especialmente valioso: ver a líderes sordos contando sus historias nos recuerda que nuestros sueños también son posibles.
Los números que nos dan esperanza
Más de 70,000 estudiantes con diversas discapacidades han ingresado al sistema educativo en los últimos cinco años. No todos son sordos, pero cada estudiante incluido abre puertas para los que vienen detrás. He visto cómo las instituciones que nunca habían recibido un estudiante sordo ahora tienen protocolos de atención y contactos de intérpretes.
AVANCES EN EDUCACIÓN INCLUSIVA
Expansión de Cobertura
Los datos oficiales muestran que en los últimos 5 años, más de 70,000 estudiantes con diversas discapacidades han ingresado al sistema educativo colombiano. Este crecimiento representa un avance significativo hacia la meta de incluir a cerca de 120,000 colombianos que actualmente están fuera del sistema.
Programas Especializados
Instituciones como la Universidad ECCI han desarrollado programas específicos de inclusión para la comunidad sorda, construyendo modelos educativos que responden a las características sociolingüísticas de los estudiantes sordos y garantizan el derecho a la educación superior.
Las piedras que aún están en el camino
El problema que nadie quiere hablar: profesores sin preparación
Aquí viene la parte incómoda del artículo. Después de años trabajando en este sector, he visto demasiados casos de profesores con las mejores intenciones pero sin la menor idea de cómo enseñar a un estudiante sordo.
No es su culpa, en realidad. Nadie los preparó para esto en la universidad. Pero el resultado es el mismo: estudiantes sordos que no aprenden, que se frustran, que abandonan sus estudios. He recibido llamadas de padres desesperados porque su hijo lleva tres años en el colegio y apenas sabe escribir su nombre.
La capacitación en LSC para docentes existe, pero es insuficiente. Y la pedagogía para sordos va mucho más allá de aprender señas.
La brecha entre el papel y la realidad
Colombia tiene leyes hermosas sobre derechos de personas sordas. En el papel, todo se ve perfecto. Pero cuando una persona sorda necesita ir al hospital en Pasto, o cuando quiere estudiar en una universidad en Montería, o cuando busca trabajo en Barranquilla... ahí es donde la realidad golpea.
Los análisis siguen mostrando que tenemos "porcentaje bajo en la implementación de los derechos de las personas sordas". Es un diagnóstico que duele porque significa que seguimos luchando contra la misma piedra de siempre: la distancia entre lo que dice la norma y lo que pasa en la calle.
Lo que falta en el día a día
Trabajando directamente con personas sordas, veo todos los días las mismas necesidades:
- Una cita médica donde el doctor hable directo al intérprete y no al paciente
- Trámites gubernamentales donde "no tenemos intérprete hoy, venga mañana"
- Ofertas laborales que desaparecen cuando mencionan que son sordos
- Universidades que prometen inclusión pero no tienen ni un intérprete de planta
4. Capacitismo Estructural
La investigación académica de 2024 sobre educación superior inclusiva reveló que el sistema educativo colombiano aún enfrenta desafíos capacitistas que limitan las oportunidades reales de las personas sordas en la educación superior.
Lo que viene y nos emociona
Septiembre siempre es especial para nosotros. La última semana del mes trae la Semana Internacional de las Personas Sordas, y este año se siente diferente. Hay una energía nueva, como si por fin estuviéramos siendo escuchados.
El INSOR sigue llegando a regiones donde nunca antes habían tenido servicios especializados. Los he visto en el Valle del Cauca, construyendo redes, formando líderes locales. Es un trabajo hormiga, pero necesario.
Y algo que me tiene optimista: por fin se está hablando de la educación rural para sordos. Porque ser sordo en Bogotá es una cosa, pero ser sordo en un municipio de 3,000 habitantes es otra historia completamente diferente.
Mirando hacia adelante (con realismo)
No voy a terminar este artículo con promesas vacías o discursos motivacionales. La verdad es que tenemos trabajo por hacer. Mucho trabajo.
Para lo que resta del año, necesitamos presionar por:
- Más recursos para formar profesores que realmente sepan enseñar a sordos
- Intérpretes certificados en más instituciones públicas
- Que las empresas entiendan que contratar personas sordas no es caridad, es aprovechar talento
- Tecnología que realmente funcione y no se quede en prototipos bonitos
Reflexión final (la honesta)
Soy optimista, pero no ingenuo. El 2025 nos trajo el regalo de tener representación real en el INSOR, y eso no es poca cosa. Pero un director sordo no va a solucionar mágicamente décadas de exclusión.
Lo que sí puede hacer, y ya lo está haciendo, es cambiar la conversación. Ahora las decisiones se toman con alguien que entiende, de primera mano, lo que necesitamos.
La comunidad sorda colombiana siempre ha sido resiliente. Hemos construido nuestros propios espacios cuando nos cerraron puertas. Hemos creado nuestras redes cuando nos ignoraron. Y seguimos aquí, más fuertes que nunca.
Los próximos meses serán decisivos. Tenemos la oportunidad histórica de acelerar cambios que llevábamos décadas esperando. No la podemos desperdiciar.
Para mantenerte informado sobre los avances de la comunidad sorda colombiana, visita regularmente el portal del INSOR (www.insor.gov.co) y INSOR Educativo (educativo.insor.gov.co). La inclusión es responsabilidad de todos.